lunes, 18 de agosto de 2014

Todo consiste en escucharte, escuchar tu voz, escuchar los susurros de tu alma, y simplemente SER. Atreviéndote a sentir, a mirar el miedo, la alegría, el dolor, tristeza, felicidad o cualquier emoción. Escucharla, sin salir corriendo, sin juicio ni culpa. Y disfrutar de la profunda paz, alegría y agradecimiento que sientes una vez que lo has hecho y hayas recogido los mensajes que tenía para ti. ESCUCHA, ESCÚCHALE, ESCÚCHATE.

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